ESPALDARAZO AL 15N: ORGANIZACIONES DE DERECHOS HUMANOS PIDEN ESTAR ATENTOS A LA RESPUESTA DEL RÉGIME
- Will Lukas
- 22 oct 2021
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✍ Mario Ramírez 📷 Ignacio Fernández Vega Amador
En medio de una ola de interrogatorios de la Seguridad del Estado (SE) cubano a promotores de la marcha ciudadana del próximo 15 de noviembre, varias organizaciones de derechos humanos en Cuba y el extranjero han solicitado a organismos internacionales y gobiernos democráticos estar atentos a la posible respuesta violenta del régimen cubano.
De ello dejó constancia una carta enviada este viernes por Alejandro González Raga, director ejecutivo del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), a la Alta Comisionada de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. La misiva solicita a la diplomática la promoción de una acción internacional en favor del derecho de los cubanos a «manifestarse libremente sin ser reprimidos».
«La respuesta del Gobierno ha sido la expulsión de sus centros de trabajo de algunos de los convocantes y la amenaza de la Fiscalía sobre el hecho de que tendrán que enfrentarse a las consecuencias en caso de que decidan marchar», reza el documento de OCDH, que estima muy probable se «repitan las acciones violentas contra los manifestantes como el pasado mes de julio», cuando más de sesenta protestas en todo el país fueron reprimidas por la dictadura de Miguel Díaz-Canel.
González Raga recordó que las consecuencias del 11J han dejado a centenares de cubanos en cárceles de la isla, incluyendo menores de edad y grupos vulnerables de la población.
«Los cubanos sufren por querer ejercer sus derechos», afirmó el ejecutivo, quien junto a la carta a Bachelet envió un informe de su organización argumentando la legitimidad de la marcha del 15N con basamento en las propias leyes cubanas y en los compromisos internacionales que el régimen de La Habana está obligado a cumplir en materia de derechos humanos.
Precisamente esta semana varios informes de ONG dan cuenta del nivel de la represión de las autoridades de la isla contra quienes disienten del poder político, y particularmente con los arrestados en julio. Los de Human Rights Watch fueron categóricos en su calificación de «brutal estrategia de represión» a las violaciones al debido proceso, torturas y malos tratos reportados desde los penales de la nación caribeña. Una situación que, advirtieron, podría ser utilizada y recrudecida para «infundir miedo» en aquellos sectores de la sociedad civil cubana que insisten en desafiar al establishment con demandas de cambios en el sistema y democracia.
Por su parte, Prisioners Defenders, tras publicar el dictamen del Grupo de Trabajo de la ONU en los casos de los presos políticos Denis Solís y Luis Robles —cuyos arrestos y procesos jurídicos catalogaron de arbitrarios— exigieron al bloque de naciones respaldar la marcha del 15N y consideraron el papel de los diplomáticos como «irrenunciable contra la complicidad».
«No sería presentable, e incluso podría ser considerado como un acto cómplice con la represión, que la diplomacia no actúe en defensa del derecho de manifestación pacífica de un pueblo que es reprimido de forma sistemática en todos sus más fundamentales derechos humanos, cuando es conocido que, de no salir los diplomáticos a las calles de las principales capitales de Cuba, el régimen será violento, despiadado y someterá por la fuerza a miles de civiles cuya aspiración es pacífica e integradora», dice el texto.
Al respecto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sí fue clara al reafirmar esta semana su compromiso a seguir monitoreando y apoyando el trabajo de las organizaciones de derechos humanos en Cuba, en un audiencia virtual con activistas miembros de una veintena de estas organizaciones, quienes exhortaron a CIDH a visitar «in loco» la isla para constatar el estado real de las personas privadas de libertad.
Julissa Mantilla Falcón, primera vicepresidenta de CIDH, anunció que su organismo mantendrá una «vigilancia especial» el 15N, ante la posible respuesta desproporcionada del régimen cubano.
De momento la respuesta oficial de la dictadura ha sido desestimar las peticiones de manifestación entregadas en varias ciudades del país, aludiendo al artículo 4 de la Constitución cubana y al supuesto carácter «irreversible» del sistema socialista en Cuba. Otras tácticas han sido la desacreditación en medios estatales de las principales figuras promotoras del evento, los interrogatorios de la SE y recientemente atentados violentos contra viviendas de activistas, como en el caso de Yunior García Aguilera, cuya fachada fue atacada este viernes.
García Aguilera, dramaturgo, miembro del movimiento 27N y coordinador de la plataforma cívica Archipiélago, explicó frente a las cámaras del sitio oficialista Razones de Cuba que la marcha «no es contra el socialismo y sí contra todo tipo de violencia».
A pesar de los ataques contra su persona y otros activistas, el dramaturgo dejó en sus redes sociales un mensaje en el que confirmó la voluntad de llevar adelante la iniciativa:
«Pase lo que pase, insistimos en nuestro derecho a tener derechos. Estamos decididos a conquistar cívicamente nuestro espacio de participación en la realidad del país donde nacimos. No se puede pedir permiso para ser honestos, para expresar nuestro pensamiento de manera franca y pública (…) Los agentes ya están haciendo el trabajo sucio de las máquinas. Pero, aunque todavía no sabemos saltar edificios ni esquivar balas, al menos… ya nos arrancamos los cables. Pase lo que pase mañana, nos vemos el 15, con dignidad y civismo».
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