Crónica de una larga carrera vertical
- Will Lukas
- 27 feb 2023
- 3 Min. de lectura

📷 A la izquierda, Austin Llerandi, presentador; a la derecha, Lynn Cruz, autora del libro / cortesía de Derbis Campos
✍️ Austin Llerandi Pérez
En la tarde del viernes 24 de febrero, en Riera Studio, se presentaron dos libros de diferentes autores, pero no por ello menos coincidentes en el arte sutil de la lucha contra el peor de los poderes, ese poder que te hace bajar la cabeza y es el poder que ha podido contigo, que te ha invalidado.
La primera presentación corrió a cargo de este servidor, que presentó el libro Crónica azul, de la actriz y escritora Lynn Cruz. En este texto, merecedor del Premio Franz Kafka de Novela/Testimonio en el año 2022, se recogen las peripecias del rodaje de la película independiente Corazón azul -del cineasta cubano Miguel Coyula- entre otras cuestiones tratadas sucintamente, como la razón de invisibilidad para las empresas estatales de cine y televisión. Es un libro sólido, orgánico y consecuente en la manera de abordar la cuestión ética planteada desde la propia síntesis de la película a la que está adosado, no como aditamento, sino como un compañero añorable: ¿es permisible permitir que el poder nos invalide? No, no lo es, y sobre ese axioma Lynn va urdiendo las anécdotas, que nos sobrecogen y nos alertan de las acciones humanas, de las pequeñas enemistades y las grandes traiciones sufridas durante el proceso de filmación de una cinta que fue, sobre todas las cosas, una lección enorme de resiliencia. La propia Lynn, en la lectura de un capítulo, narró la más cruda eventualidad que puede sufrir un largometraje: la pérdida de su actor protagonista a medio camino.

📷 Momento de presentación de libro en la Riera Studio. En la foto, de derecha a izquierda: Lynn Cruz, Austin Llerandi, Miguel Coyula, Samuel Riera e invitados / cortesía de Derbis Campos
Seguidamente, el crítico Angel Ernesto Pérez Velázquez presentó la novela La isla vertical, de Miguel Coyula, texto que sorprende siempre por su particular morfología, híbrido entre una eterna toma de cámara y sensorialidades eclécticas, para la construcción de una fábula distópica que no deja, no puede dejar indiferente a nadie. Al respecto de la novela, Ángel Pérez expresó: «Quienes conozcan la producción cinematográfica de Miguel Coyula no se sorprenderán con la índole experimental y el aliento existencialista de La isla vertical. La literatura de Coyula es otra prolongación de su vasta sensibilidad, otro paisaje expresivo donde da rienda suelta a su proteica imaginación e inventiva artística. Para quienes hemos seguido de cerca su trabajo audiovisual, sin duda debe resultar sugestivo como resulta inquietante la realidad urdida en La isla vertical, la pericia que demuestra en la tecnología literaria: un territorio con sus propias leyes y códigos en ocasiones muy semejantes a los del cine. En la literatura del artista se aprenden claves temáticas, obsesiones de estilo, que distinguen su autoría en otro campo expresivo, y hacen de Coyula una de las voces más singulares del arte cubano inmediato»
Riera Studio es un lugar luminoso, sin duda alguna. Y cuando acoge a artistas que, pese a la censura artística se hacen valer y producen hechos de indudable calidad, uno solo puede pensar en el arte japonés del kintsugi de reparar los objetos con oro, porque dentro de las grietas ocasionadas por la desidia de los ministerios hacia todo arte que no comulgue con las grandes, fallidas y totalitarias políticas artísticas impuestas durante décadas, se encuentra en ocasiones la más grande de las bellezas, y esa belleza es la que hay que salvar. Ser valiente es siempre luminoso.
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