La bandera cubana está deshonrada

📷 Collage de La Hora de Cuba con fotos de Luis Manuel Otero en el 2019 con performance «La bandera es de todos» y Aniette González siguiendo la misma iniciativa del artista (Facebook/ Luis Manuel Otero Alcántara, 2019/ Anniette González, 2023)

✍️ Henry Constantin

Aniette González lleva 168 horas de calabozo por unas fotos que se tomó aparentemente desnuda y envuelta en la bandera cubana. Ella está presa no por ese acto erótico-patriótico -que al final periodistas servidores del régimen, y hasta el propio Díaz-Canel, se han puesto la bandera de pulóver sobre sus barrigas, y nada les ha pasado-, sino porque Aniette lleva tiempo molestísima con quienes gobiernan Cuba, molestísima en redes y algo también en la calle, y los de la Seguridad del Estado de Camagüey la tienen en la mirilla.

Aniette no está en cualquier calabozo, está en los de Villa María Luisa, entre los que hay celdas minúsculas donde un hombre normal no puede acostarse con las piernas estiradas y nunca se ve la luz del día, y otras donde un ventilador enorme no para de hacer ruido ensordecedor. Las celdas de ese lugar, son celdas de tortura. Y todo porque hay una ley en Cuba que está hecha para “proteger” los símbolos patrios.

Quiero decirles una cosa a los de la Seguridad del Estado de Camagüey que encarcelaron y torturan a Aniette, a los que hicieron esa ley absurda, a los nosécuántos diputados que la aprobaron: yo sé cómo pueden defender el honor y el respeto de la bandera cubana. Eliminen el comunismo como sistema político y económico en Cuba. Denles libertad económica plena a los cubanos. Todo lo que es del estado y funciona mal, entréguenselo en propiedad y sin limitaciones caprichosas a los trabajadores privados. Independicen la justicia y el gobierno del control del Partido Comunista. Eliminen los monopolios estatales en la economía. Convoquen a elecciones generales con oposición y con observación internacional. Disuelvan la Seguridad del Estado. Apliquen en Cuba todos los artículos -y para todos los cubanos- de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

La bandera cubana hoy representa un lugar en el que casi nadie quiere vivir, al que casi nadie quiere defender de quienes lo oprimen, en el que no se puede progresar honestamente y legalmente, ni tener una familia que la emigración no separe. La cárcel no debe ser para Aniette y Luis Manuel Otero por tomarse fotos con la bandera, no; la cárcel, en todo caso, debiera ser para quienes han hecho al país de esa bandera inhabitable para sus hijos. Es la bandera de donde tratan de huir niños y adultos, que afanosos buscan otra bandera, la rojiamarilla de España o la de las barras y las estrellas norteamericana, da lo mismo. Qué ironías tiene la vida, Byrne.

La bandera cubana se está muriendo lentamente junto con el país, reducida a actos políticos en los que nadie cree y a souvenir para extranjeros y nostálgicos. Y al gobierno cubano no se le ocurre hacer nada para que la bandera cubana vuelva a brillar en los sueños y las esperanzas de todos los cubanos, excepto meter en la cárcel a Aniette. Mientras ella siga ahí, y Luis Manuel Otero, nuestro otro preso por la bandera, siga en su cárcel, la bandera cubana está deshonrada.